En principio, todo el mundo puede hacerse autónomo en Alemania, incluyendo también las personas cualificadas que no pertenecen a un país de la UE. Se distinguen tres diferentes tipos de autónomos:
Por lo tanto, antes de nada, debe averiguar a cuál de esas tres categorías pertenece la actividad empresarial a la que quiere dedicarse como autónomo en Alemania. Y debe saber también si cumple con los requisitos necesarios en cuanto a cualificaciones y demás trámites reglamentarios. En Alemania, se denominan requisitos profesionales, formales y de cualificación. Aunque también puede encontrar el término requisitos de la profesión (Anforderungen an den Berufsstand). Debido a que las condiciones y requisitos son diferentes en cada una de las tres categorías de trabajo autónomo, deberá primero saber qué categoría es la adecuada para su idea de negocio.
Aquí podrá encontrar una síntesis sobre el tipo de actividad autónoma que se ejerce en Alemania en régimen de empresa, como profesión liberal o como empresa sujeta a movilidad y los requisitos que se exigen en cada caso.
Un autónomo es una persona que:
Si no se cumplen estos requisitos, estaremos ante un “falso autónomo”. A menudo se da esta situación si el “falso autónomo” trabaja habitualmente para un único cliente. El trabajo como falso autónomo está prohibido en Alemania y conlleva una sanción tanto para el “falso autónomo” como para el cliente.
En Alemania se consideran empresas casi todas las actividades por cuenta propia con las que se gana dinero. Se habla también de “establecimientos mercantiles” (stehendes Gewerbe), en contraste con las empresas con movilidad geográfica (Reisegewerbe). Se exceptúan los trabajadores por cuenta propia que ejercen una profesión liberal o que trabajan en la agricultura o silvicultura: a estos no se les considera empresa.
En Alemania se reconoce la libertad de empresa, lo que significa que, en teoría, cualquier persona puede tener una empresa. Sin embargo, en la práctica esta libertad es limitada, ya que para algunas empresas se deben cumplir ciertas condiciones. Para ver qué requisitos se exigen en cada actividad empresarial, diríjase aquí.
Dentro de las profesiones liberales se incluyen las actividades autónomas de carácter científico, artístico, literario, educativo o docente.
Existen ciertas peculiaridades en cuanto a la obligación tributaria. El trabajador autónomo que ejerce una profesión liberal no está sujeto al impuesto de empresas. También suele ser más sencilla, que en el caso de las empresas, la información que estos profesionales tienen que presentar a Hacienda para la declaración de la renta anual. Por lo general, basta con una cuenta de pérdidas y ganancias. La oficina de Hacienda competente es la que da el visto bueno para poder realizar una profesión liberal como autónomo. Para ver qué actividades profesionales se consideran profesiones liberales y qué requisitos se exigen, haga click aquí.
Las actividades empresariales como autónomo se consideran empresas sujetas a movilidad en los siguientes casos:
En algunos casos, los empresarios sujetos a movilidad tienen la posibilidad de llevar a cabo determinadas actividades por cuenta propia sin tener las cualificaciones requeridas o cuando la obtención de las mismas está en trámite. Pero en todo caso deben cumplir los requisitos del comercio sujeto a movilidad. Para ver cuáles son éstos, haga clic aquí.
Para las pequeñas empresas de nueva creación es necesario considerar si se trata de una actividad por cuenta propia de carácter principal o si sólo se trata de una actividad complementaria, ya que esto afecta a la cotización del seguro de enfermedad. Se considera que una actividad por cuenta propia es la principal cuando: